Los tres pasos...

sábado, 30 de agosto de 2008

CAMINANDO HACIA MI VERDAD..


Cogió su mochila, un día soleado, era principios de Agosto, cansada de trabajar todo el año, de cargar con demasiadas obligaciones…saturada de agobios. No tenía rumbo fijo, un destino premeditado, solo quería comenzar a caminar, alejarse de su rutina, estaba abierta a contemplar el mundo de nuevo, como si sus pupilas no guardaran ningun recuerdo anterior….Para ella no empezaba el año en enero, sino en septiembre, como el curso escolar, como las ligas y este “año” habia sido excesivamente duro. Necesitaba un baño de emociones nuevas, sentirse otra vez, como cuando era niña, que cualquier imprevisto, era una emoción incontrolada…Había avisado a su familia, y a los amigos que siempre la acompañaban, de su partida, sin dar fecha límite de vuelta.

En la mochila metió lo más imprescindible, apenas tres o cuatro prendas de ropa , un cepillo de dientes, una brújula, un puñado de ilusión, curiosidad y esperanza,,,eran cosas que no pesaban… no sabía cuanto tiempo iba a estar de viaje, tal vez una semana, dos, un mes..o toda una vida. Lo importante era partir, comenzar a caminar, mirando hacía adelante, sin olvidar lo que dejaba atrás, para no volver a caer más.

Abrió su puerta…cogió aire, haciendo que sus pulmones se hincharán, hasta casi reventar…y empezó a andar.

Todavía no sentía esa sensación de libertad, todo lo que veía era conocido, sus pupilas se tenían que adaptar, el verde del césped..era el mismo verde, las calles, las casas…todo lo veía igual, siguió su camino con la mente en blanco, recitando para sus adentros la palabra LIBERTAD, LIBERTAD.

Así anduvo días y días,,,recorriendo valles de belleza indescriptible, donde por momentos creyó alcanzar esa sensación tan sublime, de desconectar de su mundo, fundiéndose con el paisaje, el clamor del romper del agua contra las rocas, de elevarte con el susurro de la brisa, o sentirse arrastrada por el silencio de la noche.
Pero había algo que no la dejaba disfrutar plenamente de su viaje, cada vez con más frecuencia pensaba en su vida anterior, en el fracaso de su relación, en sus hijos, en su día a dia, en su trabajo al que se aferraba y del que se sentía orgullosa, en resumen, en una vida llena de sabores, a los cuales temia …y esa culpa …..

De pronto comprendió el fin de su viaje…tan sólo quería huir de su realidad, no podía sentirse en libertad…porque ella llevaba sus cadenas y ella tenía la llave...sólo debía encontrar la forma de usarla. Con este pensamiento, retomó el camino de vuelta a casa, pasó por los mismos lugares que a su ida…y todo empezó a cambiar… en sus púpilas, el verde, era más verde, el sol..calentaba con más fuerza, el agua era más fresca, la noche más callada…

viernes, 29 de agosto de 2008

NO HAY MONTAÑA LO SUFICIENTEMENTE ALTA

Escucha, cariño,
No hay montaña alta,
No hay valle bajo,
No hay río lo suficientemente ancho, cariño.

Si me necesitas, llámame.
No importa dónde estés,
No importa qué lejos estés,
No te preocupes, cariño,
Simplemente di mi nombre.
Estaré allí rápidamente.
No tienes que preocuparte.

Porque, cariño,
No hay montaña lo suficientemente alta,
No hay valle lo suficientemente bajo,
No hay río lo suficientemente ancho
Como para impedir que yo llegue a ti.

Recuerda el día
Que te liberé.
Te dije
Que siempre podías contar conmigo.
Desde ese día hice un juré,
Que estaré allí cuando tú me quieras.
De algún modo, de alguna manera.

Porque, cariño,
No hay montaña lo suficientemente alta,
No hay valle lo suficientemente bajo,
No hay río lo suficientemente ancho
Como para impedir que yo llegue a ti.

No hay viento, no hay lluvia.
Mi amor está vivo
Bien profundo en mi corazón,
Aunque estemos a millas de distancia.
Si alguna vez necesitas una mano amiga,
Estaré allí a toda prisa,
Tan rápido como pueda.

No sabes que,
No hay montaña lo suficientemente alta,
No hay valle lo suficientemente bajo,
No hay río lo suficientemente ancho
Como para impedir que yo llegue a ti.